miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ahora me escondo.

Hoy es un día de esos de llorar, de los que una canción es una buena amiga para desahogarte y una almohada es una compañera de lágrimas.


Querer, querer y no poder, por ser una cobarde que no se quiere lanzar a la piscina (sin manguitos), porque sabes que si te ahogas lo máximo que vas a conseguir es que te sigan echando agua.
Dejándote morir entre tus propios miedos, siendo presa del pánico.
Yo quería ser valiente, poder decir, lo QUIERO y lo hago cueste lo que cueste.
Sin rendirme, sin necesitar a nadie más que la seguridad y la confianza en mi misma. Y solo soy una cobarde que se esconde tras una apariencia que va de dura pero se me leen las debilidades y los pánicos como un libro abierto.


Quiero...
irme lejos de aquí, quizá Italia o Nueva York, un buldog inglés al que llamar con algún nombre extraño, un armario tan grande que mi actual habitación, una gran biblioteca de mis libros favoritos, vivir en Córdoba una temporada, estudiar filología hispánica y acordarme de mis viejos profesores de Lengua y Literatura, Marta, Noe, Berta, Fran y los que vendrán en adelante. Escribir un libro, viajar mucho, salir en Madrileños por el mundo y poder decir con orgullo que no vivo en España porque me fui por amor.
Y lo más importante quiero poder cumplirlo todo, y todo los sueños nuevos que me vayan aconteciendo a lo largo de mi vida.
Cambiar, ser valiente, poder seguir andando hacia delante sin un montón de almohadas detrás por si me caigo de espaldas y me hundo.












Le preguntó que necesitaba.
Respondió.
-Todo y nada.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Dónde estoy?
No me encuentro, estoy perdida, ¿y si nunca pasé página?

Porque no paro de acordarme de él, porque quiero irme lejos de aquí, me siento tan vacía, y solo aparece una persona a modo de salvación.
Como me hubiese gustado que todo saliera y ni si quiera salió.
Frustante, sentir amor y perderlo, todo tan efímero, los besos, las caricias, las miradas cómplices, para que todo se esfumará sin un motivo consistente. Para que siguiéramos cómplices, mirándonos, huyendo, sintiendo una coctelera de sentimientos que ni en el mejor bar de copas te sirven, miedo, pánico, atracción, amor, olvido, ternura, simplicidad, engaño, culpabilidad, rabia, pasión, deseo, arrepentimiento, odio...

Y aquí estoy yo echándote de menos para no variar (debería dejar la novela romántica y leer otro tipo de novelas), porque la soledad incita a la nostalgia, y hablando de amor, nadie puede sentir más nostalgia de ti, que yo.


Porque cuando el corazón busca, se aferra a lo ya perdido, haciéndonos volver a caer en los recuerdos...
Como me gustaría estar sentada escribiendo esto en la azotea del Circulo de Bellas Artes, contemplando Madrid, intentando averiguar porque callejuelas pasé, y en cuales de ellas tengo historias escritas hasta llegar a la esquina y en cuales me gustaría volver a escribir otra historia diferente, o reescribir sobre los recuerdos, esos que siempre vuelven a traición, cuando más débiles estamos.



Porque como dijo el gran Joaquín Sabina,
"No es que este triste, es que me acuerdo".

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Mi pequeño guión sin actor, mi cuento sin príncipe.

Desde muy pequeña he soñado con tener un cuento de hadas, mi gran historia de amor, de ese amor de película donde los peores enfados acaban en sexo de reconciliación.
Y aún estoy esperando ese gran amor, ese, que no te importa que te vea con tus pelos alborotados y tu cara de por las mañanas, te vea llorar viendo el Diario de Noa por trigésima vez o simplemente que el que te pringues la comisura de los labios comiendo helado le parezca divertido y sexy.
Pero este tipo de príncipes no los venden en Ikea, ni en el Corte Inglés(¡y mira que tienen de todo!), así que yo espero accidentalmente chocarme con él, típica escena de película de amor.
Pero aún así es lo más complicado, porque creo que si me chocará con una farola, cierta farola acabaría prendada de mi antes que el chico.


Me siento tan sola...

Creo que nunca he echado falta tanto un hombro en el que llorar, unos labios a los que besar y ahora que empieza el otoño un calefactor humano. Quiero un príncipe que me enamore, que se enamore, que nos enamoremos. ¿Por qué es todo tan difícil?

No quiero una despedida más, quiero un ocupa en mi corazón que se quede, prenda fuego y no se vaya. ¿Quizás pida demasiado? ¿Por qué por una vez no puedo ser la princesa a la que hacen sonreír, la actriz que sobrepasa el amor de la pantalla a la vida real, a la que aman?

Perdí el control.








Corazón deshabitado
C/ Del caos un arte nº9.

Se busca inquilino* que quiera ser dueño, de este solitario corazón, que le haga latir, rápido, lento, rápido, lento...que dé razones de sobra para que sea suyo. Que me mantenga viva.
Que decir te quiero no sea trabajo, y que los apodos dulces salgan espontáneos.
Que me quiera.



*abstenerse aprovechados y bipolares.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Mientras fumo en mi ventana...recuerdos de un verano de un año 2011...

Desde que me fui, aún no había pasado por aquí, este sitio que tanto guarda de mi, exponiéndolo al mundo, al que le pueda interesar. Mi falta de inspiración es la causa de este abandono, no tengo ningún amor que sustente mi vida, para bien o para mal. Y yo como romántica de finales del XVIII en pleno siglo XXI no puedo escribir, sin un amor.


Lo que creí casi amor, fue efímero y meramente sexual, hasta el punto de ser capaz de pasar página en pocos días, él y todo su equipaje los tiré por la ventana.
Ya no será lo mismo, fue sin querer.



El gran amor que rellena un setenta y cinco por ciento de este blog, se quedó en Madrid, con su beso, sin porqué y me demostró que ya no es lo mismo, que sus besos no me producen esa sen
sación de mareo y cosquilleo del principio y que no compartimos el gusto por los nombres, un dato bastante importante a la par que gracioso. Pero creo que gané una buena amistad, con una pizca de atracción, ¿porqué eso dicen no?, dónde hubo fuego siempre quedan las cenizas.



Y así he pasado las noches efímeras en mi querido Torrecampo(Córdoba), con tonteos, coqueteos, atracción, risas, bailes, pipas, amigas y alcohol, mucho, alcohol... Porque gracias a ellas sobrelleve el mono de volverle a probar, me deje llevar y disfrute a cada instante, de cada tontería, risa, llanto o conversación X de las nuestras. Gracias a vosotras, mis niñas, mis esenciales.
Pero ahora me toca estudiar mucho para este curso y por fin terminar, irme a Málaga con ellas y volver a disfrutar cada instante.


Y por el momento esperar al Pilar para volverlas a ver, las quiero y las echo mucho de menos. Aquí dejo un pedacito de nosotras.

jueves, 7 de julio de 2011

Ven, esta noche no quiero dormir sola.


Cada vez tengo más pánico a la soledad, y cada vez tengo más miedo a seguir durmiendo sola.


Sin una voz una mañana de domingo que me diga "Buenos días, dormilona, es la una y media, pero como estás tan guapa cuando duermes no he querido despertarte" y poder dar la media vuelta taparme la cara con la almohada y soltar un suspiro de felicidad, mientras tu buscas mi rostro que aún refleja el sueño en mis ojos.
Y que tu sonrisa me hable y me diga que no soy una más de cientas...que soy esa, que te gusta aunque se enfade, aunque este aún medio dormida, aunque no lleve maquillaje, ni tenga un cuerpo de escandalo, que fume, que se vuelve loca, que tiene días bipolares, pero que tu sabes que te quiere, pero te quiere de verdad, pese a tus pequeños defectos y que esta loca por cada uno de los lunares que adornan tu piel, y que daría el mundo entero por darte un beso todas las mañanas y todas las noches de su vida. Sí, yo quiero ser esa, que se pelea por las noches contigo por tener un cachito más de sábana y a la que despiertas con suaves caricias cada mañana.
Quiero que hagamos de nuestra cama un bunker, donde solo seamos tú y yo, sin más armas que unos brazos que se enredan, uno labios que se pierden en otros labios los cuales reconocen a la perfección, porque mover la lengua fuera de tu boca se convierte en algo absurdo, manos que se pierden entre cabellos, y se deslizan y por cada uno de los recovecos que esconden los cuerpos de dos personas que se aman. Sin pensar en nada más, solo somos tú y yo.



Quédate a dormir.

martes, 28 de junio de 2011

Viviendo rápido para no pensar.
¿En que piensas cuando escribes?, ¿en que piensas cuando lees?
Cuando escribe una chica demente buscando el amor desesperadamente que le causa ese vacío tan grande. Yo prefiero no pensar y si tengo que pensar, es que esa chica se ha cavado una propia trinchera contra si misma, mostrando sus puntos de flaqueza.
Sí, soy débil y nada es infinito.
Un beso de una noche de verano, entre música y alcohol mientras notas el aire que te roza la cara puede ser lo más maravilloso que te puede pasar pero no significa que ese beso se vuelva a repetir todas las noches, aunque te apetezca buscarle por toda la ciudad para darle otro beso, no será el mismo. Es más, quizás él ni te recuerde.
O un beso contemplando una puesta de sol, un beso que vuelve desde el pasado con un fin hacerte recordar lo que creías olvidado, aún así piensas que es mejor pensar en la persona que a lo mejor ni se acuerda de ti, será más fácil desencantarse de sus encantos de aquella noche, que de los del fantasma del pasado que te atormentan.




No debería darle más vueltas, sin embargo, me siento sola y quiero darle vueltas a todo para saciar mi soledad.

lunes, 20 de junio de 2011

Porque me siento un animal atropellado por la velocidad de la vida, en una curva ciega, de camino a un pueblucho deshabitado.




Hoy, quizás no sea mi día y no se muy bien el motivo.
Le doy vueltas a todo y no sé porqué, me siento cegada por la luz de los faros en plena oscuridad, desorientada camino hacia un lugar que no sé muy bien como describirlo pero se que esta lleno de problemas, problemas que yo me causo solita, sin quererlos. Porque sigo caminando, dejando tropezones a cada paso que doy, tropiezo, inclusive a veces me caigo, y me levanto y sigo hacia delante, acumulando nostalgia, odio, cariño, amor, indiferencia, rencor, aburrimiento, inmadurez, llantos, risas y sueños a mis espaldas...
Estoy tan desorientada, no sé donde esta mi norte y mi sur, por donde debo seguir el camino, si debo dejar todo atrás sin importarme lo más mínimo o recuperar esos antiguos tropezones, en nuevas caídas distintas, que me conducirán a lo mismo.

Esta no es la vida que yo había planeado, pero ya lo decía John Lennon: "La vida es lo que te sucede mientras estas ocupado haciendo otros planes" y yo tenía toda mi vida planeada de la manera más feliz posible, en la que ninguna vez tuviera que pasar por quirófano a tratarme de un corazón roto en pedacitos y mal recompuesto, ni con tantas magulladuras ocasionadas por los clavos extraídos, en la que el betadine y las tiritas no estuvieran presentes. Iba a ser una chica perfecta, estudiosa, guapa, simpática, con su vida resuelta.(¡Qué ingenua!) Pero la vida me sorprendió, cuando dio aquel frenazo. Haciéndome ver que no soy ni guapa, ni estudiosa, y a veces ni simpática y que no tengo la vida resuelta, ni la tendré, siendo optimista, con gran habilidad para ser torpe y con un claro principio de misandria que yo nunca deseé.
He aquí me encuentro tirada y herida, en esta curva, en esta carretera donde los coches que pasan son pocos, y muy pocos se atreven a mirar, el cuerpo desangrado de un animal que como siga así estará punto de la descomposición, agonizante, pidiendo auxilio únicamente usando la mirada, pues ya no le quedan fuerzas para jadear.


Me creía tan capaz...

viernes, 6 de mayo de 2011

Cegada, quizás será el exceso de alcohol que nubla mi memoria.


Perderme por mitad de la Gran Vía rodeada de gente es lo que quiero hacer, sin saber donde ir, donde estoy, iluminada, cegada por esa luz que refleja la capital y su calle central.
La calle donde se pierden amores, se encuentran nuevos, y yo sigo aún perdida.
¿Qué busco? ¿Qué hago?
Se me pasan las horas, y mi cabeza bombea cada recuerdo de ti al resto del cuerpo, tengo mono, y no de tabaco, ni antojo de chocolate. Es mono y antojo de ti.
Es algo extraño, no me siento evadida del mundo, pero cada vez que le veo, algo me dice que ande hacía él, que le sonría, le baile, le susurre y me deje llevar.
Sí, es la pieza que hace que mi mente se deje llevar y tras ella el resto del cuerpo. Te busca.
Y aquí estás, ¿qué buscas? ¿A mí?
No sé.

Confusa, aturdida, perdida en mitad de la Gran Vía de mi desordenada cabeza.

martes, 12 de abril de 2011




Bajo la luna llena.
No puedo pedir más, estoy feliz.
Casi llena por completo, aunque quiero un novio, pero no se puede tener todo en esta vida o eso suelen decir. Pero ahora mismo quiero y no quiero, aunque no escriba porque solo me llena escribir cosas tristes. Prefiero no tener novio y no poder escribir, ya aprenderé con el tiempo a escribir cosas felices, que realmente me llenen.
Porque no hay nada que más me encantaría que despertar un día y saber que voy a tener su cara a tres palmos de mi cara, su cuerpo a una distancia del mínimo roce, sus ojitos clavándose en mi, contemplando lo hermoso que puede ser nuestro mundo en apenas en una cama de 90, en mi cama.
Ver como te espera muy paciente cuando llegas tarde y cuando te ve doblar la esquina, casi llegando al punto de encuentro... deshacerse, derretirse como helado en manos de un niño en pleno verano, esparciendo por toda la calle su inmensa felicidad, de verte después de que llegas diez minutos tarde y su paciencia convertida en impaciencia.
Y entonces te besa y todo es mágico, ni hay calle,ni gente, ni tráfico, solo un inmenso sol que ilumina la escena del beso y os contempla anonadado de tanto derrame de amor.
Si es precioso, y sería precioso que esto me ocurriese a mí.
Pero no es el caso, y tampoco lo espero, es un sueño frustrado que llegará algún día(supongo).

Mientras tanto paso mis noches bajo la luna llena, inundado con besos rostros apenas conocidos, pero que hacen esa noche mágica como si fuera amor de verdad, cuando en realidad solo es atracción, solo es eso, un lástima que las noches no se puedan alargar y que los rostros conocidos no busquen el amor. Y bailas, bailas y no paras de bailar, derramando felicidad a cada movimiento, cada paso, cada sonrisa, cada calada...
Pero todo termina, y la noche por más que pretendas alargarla, no se alarga más y sale el sol, que ilumina el rostro que apenas conoces y todos los secretos que se guardan de esa noche, que no pueden ir más allá de esa noche o otra noche más, todo termina.
Y con ello vuelves a la realidad, te vas a casa, te tumbas en la cama, extasiada de alcohol, música, amigos y ese individuo que no se quedó contigo a dormir, que no quiso probar suerte contigo, y recuerdas cada beso, cada roce, cada pique, cada juego, cada tontería.


Pero no pasa nada el mundo esta lleno de individuos que se marchan al salir el sol, pero tarde o temprano aparece el que aunque salga el sol, se quede.


Y te inunde de cariño, amor y otras fragancias de las cuales no recuerdo su olor.

lunes, 14 de febrero de 2011

"Aquí follamos todos o la puta al río"


Redoble de tambores, hoy es el día de los enamorados, de la gran envidia de los solteros, en el que los solteros se sienten aún más solos y en el que las rosas y los bombones, los mensajes de amor, las dedicatorias, el reconocimiento por el tiempo juntos, etc, etc y etc, se vuelven los protagonistas.

¿Que pasteleo no creéis? Pero como me encanta este pasteleo, pero no me gusta esto para un día y solo yo quiero un bonito mensaje en el móvil una mañana que no me lo espere, no un día que por norma se ha convertido en el día comercial en el que sabes que si tienes pareja sí o sí, tienes tu regalo y tu sorpresita. No debería ser así, el amor es casualidad, es sorpresa y como tal hay que respetarlo.
No me hacen falta doce rosas rojas para saber que alguien me quiere.

Por otro lado es el día en el que la gente más hace el amor o en otras palabras "folla", porque será que necesitamos fechas señaladas para hacer estas cosas, todavía no lo he llegado a comprender y cada vez me gusta menos.
¿Porqué? porque con tu pareja te puedes declarar el amor todos los días, con un simple gesto, con un simple detalle, puedes follar cuando quieras.
No es necesario que se nos establezca un día como San Valentín para expresar el amor hacia alguien y dejarte el sueldo de medio mes para impresionar a esa persona, porque si alguien te aguanta todos los días, le brillan los ojos cada vez que te ve despertar, no puede tenerte al lado sin hacerte una caricia, con esa persona con la que compartes los mejores orgasmos o simplemente esta enamorada de ti, pero pasionalmente. No le harán falta semejantes "gilipolleces" para saber que le quieres.¡Ah! Se me olvidaba, eso sí, a la vista de todo el mundo, porque una relación es íntima, pero estoy hay que publicarlo a los cuatro vientos. Las televisiones se llenan de besos, de rosas y posibles regalos, para olvidar la violencia de género, la crisis, la política, la contaminación de Madrid y los problemas mundiales del día a día. Para centrarse en todas aquellas personas que se ponen delante de una cámara de televisión a darse un beso y contar lo que se han regalado. ¡Y a mi qué!

Y si, he de decir que mañana es un día que me da envidia, por sentirme sola, en mi más profunda soledad, pero no por no tener regalo, sino por no tener alguien a mi lado todos los días, alguien que me quiera, que me vea guapa hasta recién levantada o que simplemente aparezca un lunes de imprevisto en la puerta de mi instituto.


Así que tengo mi propia festividad San Solterín, el día que más me voy a querer de todo el año, me voy a ver por la mañana y aunque sea lunes y tenga sueño, voy a decirme soy guapa y hoy salgo a comerme el mundo. Y os animo a todos los que estéis solteros a que lo celebréis también.


Y tras esto a dormir, sabiendo que mañana no tendré ningún mensaje de amor en todo caso se acordará vodafone de mi para intentar venderme alguna publicidad, ninguna declaración de amor inoportuna perfectamente oportuna.Pero sobreviviré.






Un colchón vacío más, un día más sola, como un gato abandonaó.

jueves, 20 de enero de 2011



"Esperando a que otro llene el vacío que llenaste tú que otro dejo".






Anoche no podía dormir, sentía como esa falta de aire, como un vacío, que me hizo pensar en mi vida, replanteármela una vez más. ¿Qué estoy haciendo con ella?, ¿porqué siento ese vacío?
Estudio lo mínimo, la ley del mínimo esfuerzo la estoy aplicando este año, el año que tengo selectividad y debería darlo todo, desgarrarme por aprobar, subir nota, llegar a poder hacerla y acabar en la carrera que quiero.
Pero sin embargo estoy desganada y sin motivación alguna.

Ese vacío que lo invade todo, que me persigue desde hace tanto tiempo, que hace que sin sentir la mínima soledad, me sienta sola, en soledad.

Culpable es la falta de amor, la falta de emociones nuevas en mi vida, algo que realmente me llene, y así llenando huecos voy, sin llegar a llenarlos del todo. Unos que salen y otros que entran, como una mañana en el metro de Madrid, abarrotado, pero tan vacío. Es algo que no sé sentir, es un vacío amoroso, de afecto, de cariño más allá de una amistad, un vacío inmenso.
Una decepción tras otra, un olvido largo y costoso, uno breve y delirante, y así sucesivamente.

Ya no quiero enamorarme más, quiero que se enamoren de mí, sin yo sentir algo anterior.

Que sea el próximo, ese que pierda la cabeza por mi, que no pueda evitar estar segundos, minutos sin saber de mi, que pierda el tiempo viendo una simple foto mía, que me recuerde todos los días lo guapa que estoy aunque no lo esté, ni lo sea, con todas mis imperfecciones, siendo la más imperfecta, me vea perfecta.
Que sienta celos diminutos y tontos que acaben en pequeñas reconciliaciones, que piense en mí cada instante,
que me quiera,
que me ame.





Tengo la cama vacía.