domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Dónde estoy?
No me encuentro, estoy perdida, ¿y si nunca pasé página?

Porque no paro de acordarme de él, porque quiero irme lejos de aquí, me siento tan vacía, y solo aparece una persona a modo de salvación.
Como me hubiese gustado que todo saliera y ni si quiera salió.
Frustante, sentir amor y perderlo, todo tan efímero, los besos, las caricias, las miradas cómplices, para que todo se esfumará sin un motivo consistente. Para que siguiéramos cómplices, mirándonos, huyendo, sintiendo una coctelera de sentimientos que ni en el mejor bar de copas te sirven, miedo, pánico, atracción, amor, olvido, ternura, simplicidad, engaño, culpabilidad, rabia, pasión, deseo, arrepentimiento, odio...

Y aquí estoy yo echándote de menos para no variar (debería dejar la novela romántica y leer otro tipo de novelas), porque la soledad incita a la nostalgia, y hablando de amor, nadie puede sentir más nostalgia de ti, que yo.


Porque cuando el corazón busca, se aferra a lo ya perdido, haciéndonos volver a caer en los recuerdos...
Como me gustaría estar sentada escribiendo esto en la azotea del Circulo de Bellas Artes, contemplando Madrid, intentando averiguar porque callejuelas pasé, y en cuales de ellas tengo historias escritas hasta llegar a la esquina y en cuales me gustaría volver a escribir otra historia diferente, o reescribir sobre los recuerdos, esos que siempre vuelven a traición, cuando más débiles estamos.



Porque como dijo el gran Joaquín Sabina,
"No es que este triste, es que me acuerdo".