viernes, 16 de julio de 2010


Dieciséis razones.

miércoles, 14 de julio de 2010

He tardado en escribir, quizás por que he intentado no pensar en él, es más a penas por no decir que no hemos hablado en estos últimos días.
He descubierto que para mí, es como para Garcilaso, Isabel Freyre, su musa, su inspiración. Eso es él, mi inspiración.
Y cuanto más dolor y más indecisión siento, más escribo, soy así, que se le va a hacer.
Son tonterías mías pero me parece increíble que a estas alturas siga con esa incertidumbre de no saber realmente que siente por mí o si ha pasado a ser una simple amistad. En fin, con esto no me saca de dudas, de saber realmente si estoy perdiendo el tiempo, o no sé... mi vida va a la deriva desde que le conocí. Yo harta de tanta duda, de tanto miedo, de espera, de dolor, de alegrías que no llevan a ningún sitio.
¿Cuántas veces habré dicho que se acabó? ¿Qué me voy a olvidar de él?
Y aún sigo al pie del cañón a punto de hacer 10 meses de ese día trágico, obcecado o feliz, feliz cómo ningún otro.
Sé que será imposible borrar los recuerdos de mi cabeza y que cuando pase por algún lado en el que haya estado con él no me vaya a acordar, por que me acordaré.
Pero quiero nuevos recuerdos que cubran los otros, por que es tan corto el amor y tan largo el olvido, dijo Pablo Neruda, y tenía tanta razón. Duele tanto el olvido, el olvido que nunca se llega a conseguir, por que tu ausencia, nuestra ausencia, no causa el olvido por que le quiero, le quiero demasiado como para pasar página.
Quizás estoy tan enganchada a él, porque es indeciso, porque no me baila el agua constantemente, por que a lo mejor inconscientemente me guste esta situación, aún que lo dudo. Estoy al borde del hecatombe, no aguanto, soy una cobarde y una estúpida, y él un indeciso, al que odio, miento, al que me gustaría odiar, por tenerme de comodín, por hacerme esperar, por dudar, por todo, porque sí.

Lo único que consigue que me evada de él, es el recuerdo de aquella noche de locura, desenfrenada, en la que era yo, loca, desenfrenada, feliz.
Pero aquella noche, se fue a Londres.




El olvido está lleno de memoria, Mario Benedetti.

jueves, 1 de julio de 2010

Yo, como espectadora y protagonista del cual antes hable, os narro el espectáculo.
La verdad, es que el espectáculo, se ha centrado en un día caluroso, demasiado. En las calles de Madrid, en pleno apogeo del orgullo gay, pero eso era lo de menos, a penas me he fijado, no me he presentando, soy la chica rubia de la que os teníais que compadecer si algo salía mal, pero no voy a desvelaros el final.
Durante el espectáculo se han tratado varios temas, surrealismo, historias de amor, días pasados, política, estudios, hermanos, gustos... y demases.
Yo protagonista, he defraudado al público, o me he defraudado a mi misma...por el simple hecho de que no he hecho correctamente mi papel, tenía que haberle besado y me he quedado con las ganas, en cambio me he dedicado a morderme las uñas, morderme los labios, por no hacerlo, ¿tanto miedo tengo al fracaso en un escenario?, o a caso eres tú, que me da realmente pánico hacer algo que creo no debo en ese momento o si pero tengo miedo de hacerlo, aún que realmente me apetezca.
Por que he vuelto a ser una cobarde ,incapaz de decirte que te quiero, una vez, más.
Que rabia me ha dado, estar pensando venga díselo, díselo, tú puedes y no hacerlo.
Por que en los breves silencios de la tarde, bombardeaban mi cabeza frases cómo, ¿se puede saber a que estás esperando, hace un mes más o menos se supone que te quería?¡Vamos!
Sí...realmente este amor, supera la ficción, el surrealismo, eso sí, es absurdo como el sólo. Y eso me encanta.
Fin del espectáculo, y despedida, querido público.
No os debéis compadecer de mí...todo ha salido bien, o eso creo, me he divertido, aún que me arrepienta.

A mí regreso, venía en el tren escuchando música, para ser más exactos, me he repetido esta canción dos veces, He's simple, He's Dumb, He's the pilot de Grandaddy, y he pensado, que hago yo si se me va a China un año de Erasmus,¿sin poder verle en un año?, realmente sí me tiene calada hasta los huesos.
Los colores, que se me iban a poner, si no se me han puesto cuando me has dicho que a tu amiga le parecía mona, son pequeñas tonterías, pero no sé para mí es importante.
Pero realmente de todo, me quedo con está frase:

-Sí no te gustan los libros de amor, surrealistas, no sé por que te leíste A tres metros sobre el cielo.
-Sí me lo leí fue por ti.



Increíble, no tengo palabras, es de esos momentos en que lo único que piensas es "ais que mono", y te da por pensar, por qué es tan guapo, por qué me hace esto, por qué, por qué, ¿por qué no le besas ya, estúpida? y no eres capaz de pensar en nada más, tú mente está en blanco y estás realmente alucinada.


Salgo del tren, con esa sonrisa estúpida en la cara otra vez, y no sé por que pero está vez me encanta. Y pensándolo bien, me alegro de que se haya dejado el libro sin querer, eso me da ventaja, me da una oportunidad más, para saber si besarle o no, pero por lo menos intentarlo.
Realmente este verano le voy a echar de menos, mucho, para ser sincera.


Me encantas, y me encanta esta epidemia.


Señores y señoras, prepárense para el espectáculo.

No les prometemos una comedia, ni una bonita historia de amor, ni una tragedia. Los actores no se saben el guión, para ser sinceros, por lo tanto improvisaran...
Ella, va preparada para una bonita historia de amor acabada en un final feliz, aún que está preparada para lo peor, y él..., él será la sorpresa del espectáculo.
Lo único que les prometo que podrán reír, emocionar, sufrir, llorar...o sentir lo inigualable, lo que nadie entiende.

Os recomiendo que os compadezcáis por la chica rubia, no sabe hacer muy bien su papel, probablemente estará hecha un flan, pero por que ella le quiere de verdad, y espera su respuesta antes de dar el gran paso, es indecisa, inquieta, insegura, se puede decir que ante sus ojos es una niña.

No fastidiarla en el mundo del espectáculo es importante, pero mucho más importante es no fastidiarla en tu propia vida, aún que de los errores se aprende, a veces es mejor no cometerlos.


Al final del espectáculo, no se les olvide aplaudir.



Que comience el espectáculo.






E voglio amore e tutte le attenzioni che sai dare,e voglio indifferenza semmai mi vorrai ferire.