martes, 28 de junio de 2011

Viviendo rápido para no pensar.
¿En que piensas cuando escribes?, ¿en que piensas cuando lees?
Cuando escribe una chica demente buscando el amor desesperadamente que le causa ese vacío tan grande. Yo prefiero no pensar y si tengo que pensar, es que esa chica se ha cavado una propia trinchera contra si misma, mostrando sus puntos de flaqueza.
Sí, soy débil y nada es infinito.
Un beso de una noche de verano, entre música y alcohol mientras notas el aire que te roza la cara puede ser lo más maravilloso que te puede pasar pero no significa que ese beso se vuelva a repetir todas las noches, aunque te apetezca buscarle por toda la ciudad para darle otro beso, no será el mismo. Es más, quizás él ni te recuerde.
O un beso contemplando una puesta de sol, un beso que vuelve desde el pasado con un fin hacerte recordar lo que creías olvidado, aún así piensas que es mejor pensar en la persona que a lo mejor ni se acuerda de ti, será más fácil desencantarse de sus encantos de aquella noche, que de los del fantasma del pasado que te atormentan.




No debería darle más vueltas, sin embargo, me siento sola y quiero darle vueltas a todo para saciar mi soledad.

lunes, 20 de junio de 2011

Porque me siento un animal atropellado por la velocidad de la vida, en una curva ciega, de camino a un pueblucho deshabitado.




Hoy, quizás no sea mi día y no se muy bien el motivo.
Le doy vueltas a todo y no sé porqué, me siento cegada por la luz de los faros en plena oscuridad, desorientada camino hacia un lugar que no sé muy bien como describirlo pero se que esta lleno de problemas, problemas que yo me causo solita, sin quererlos. Porque sigo caminando, dejando tropezones a cada paso que doy, tropiezo, inclusive a veces me caigo, y me levanto y sigo hacia delante, acumulando nostalgia, odio, cariño, amor, indiferencia, rencor, aburrimiento, inmadurez, llantos, risas y sueños a mis espaldas...
Estoy tan desorientada, no sé donde esta mi norte y mi sur, por donde debo seguir el camino, si debo dejar todo atrás sin importarme lo más mínimo o recuperar esos antiguos tropezones, en nuevas caídas distintas, que me conducirán a lo mismo.

Esta no es la vida que yo había planeado, pero ya lo decía John Lennon: "La vida es lo que te sucede mientras estas ocupado haciendo otros planes" y yo tenía toda mi vida planeada de la manera más feliz posible, en la que ninguna vez tuviera que pasar por quirófano a tratarme de un corazón roto en pedacitos y mal recompuesto, ni con tantas magulladuras ocasionadas por los clavos extraídos, en la que el betadine y las tiritas no estuvieran presentes. Iba a ser una chica perfecta, estudiosa, guapa, simpática, con su vida resuelta.(¡Qué ingenua!) Pero la vida me sorprendió, cuando dio aquel frenazo. Haciéndome ver que no soy ni guapa, ni estudiosa, y a veces ni simpática y que no tengo la vida resuelta, ni la tendré, siendo optimista, con gran habilidad para ser torpe y con un claro principio de misandria que yo nunca deseé.
He aquí me encuentro tirada y herida, en esta curva, en esta carretera donde los coches que pasan son pocos, y muy pocos se atreven a mirar, el cuerpo desangrado de un animal que como siga así estará punto de la descomposición, agonizante, pidiendo auxilio únicamente usando la mirada, pues ya no le quedan fuerzas para jadear.


Me creía tan capaz...