martes, 6 de abril de 2010



Un miércoles cualquiera decidí volverme LOCA.
Amanece que nos es poco, con los ojos cerrados espero la luz de la mañana, mientras imagino un mundo distinto.
Un te quiero de tu boca, suena tan bien.
Tú siempre esperas gestos, yo palabras, vivimos en mundos distintos.
Busco un momento de claridad, pero es tan difícil.
Tú sigues sin decir nada, y yo estoy cansada de intentarlo, tú prefieres hablar por hablar y yo prefiero el silencio.
Me enredo a los hilos de tu vida, pero sólo soy un espectador más que camina por la vida con los cordones desabrochados, el corazón hundido en el bolsillo del pantalón y la ilusión guardada en un cajón.

Sólo quiero despertarme contigo, comerte a besos por las mañanas con tu carita de sueño, y acabar el día igual que empieza.
Sólo quiero leer un te quiero tuyo, sencillo y sincero.
Sólo quiero que me dediques esta noche para mí.

No hago más que rellenar ceniceros y el humo del cenicero esta por rebosar.


Sin ninguna pretensión pero con todas.




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