Llevo unos días, que no paro de ver películas que cuentan historias de amor preciosas, con finales no esperados, por un lado me gusta, no son las típicas empalagosas en las que chico conoce chica, se enamoran y acaban juntos aún que lo pasen mal hasta el desenlace feliz.

Tengo excesivas sobredósis de romanticismo, los llantos, estoy tan hipersensible, reconozco que tengo los sentimientos a flor de piel, tengo miedo mucho miedo, no quiero perderte y quizás no quiera que vuelvas, definivamente no quiero sufrir, no quiero una herida de guerra más.

Las tres últimas de ese estilo que he visto han sido: Báilame el agua, El diario de John y Pd: Te quiero.

En todas el protagonista escribe mil cartas, mil notas para ella.
Quizás me sienta identificada, pero al revés, por eso quizás me afecten tanto.
Pero ellos comparten, comparten sentimientos,tú y yo...somos cómo la contestación a la carta que nunca llega, que se extravía en Correos, que tú recibirás mis mil y una cartas pero las tuyas se perderán por el camino...

El amor es completamente abusurdo, que se compone de absurdeces compuestas por personas dispuestas a comerterlas, la pasión y el romanticismo, probablemente serán las cosas más absurdas que existan.

¿Ser absurdo significa ser feliz? -Seamos absurdos.


En el camino de la vida, olvidaremos mil sentimientos, mientrás otros esperan.


La vida sigue.


Pero a veces se vive una vida en un instante.


Nunca me había emocionado tanto escuchando la una canción de James Blunt, que ha conseguido que me estremezca.